A las 19.45 horas, según el horario oficial, la imagen de la Virgen del Mar, Patrona de Almería, salía del Santuario, bajo los acordes del Himno Nacional, interpretado por la Banda de Música Santa Cecilia, de Sorbas. Con las notas del Himno de la coronación de la Virgen del Mar, se iniciaba la Procesión de Alabanza, con la que ayer se cerró el programa de cultos de su patronazgo y al mismo tiempo el colofón de la Feria y fiestas de Almería en su honor.
A las 19:45 horas había salido ya la Cruz Guía y, entre esos dos momentos, se había preparado la composición de la propia procesión conforme fueron llegando las representaciones religiosas, civiles y militares. Las cofradías y las hermandades tanto de la ciudad como de los pueblos de la provincia precedieron a la imagen conforme a su antigüedad mientras que las hermandades de Gloria, como la propia de la Virgen del Mar, esperaron el caminar del trono mariano para colocarse detrás.
El paso de la Patrona fue precedido por seis acólitos que portaban sendos ciriales, bajo las órdenes de un guía, y tres turiferarios que inundaron la plaza del olor a incienso al mismo tiempo que dos agentes de la Policía Local vestidos de gala formaban la escolta, que cerraba la representación de la comunidad de los Padres Dominicos, con su prior, Antonio Bueno, en el centro.
El Cabildo Catedralicio, presidido por el obispo de la Diócesis almeriense, Adolfo González Montes, siguió al paso de la Virgen del Mar y a continuación caminaron los miembros de la Corporación Municipal, con el alcalde, Luis Rogelio Rodríguez Comendador, a la cabeza.
Completaron la comitiva representantes civiles y militares de la provincia para, tras sus pasos y la participación de la Banda Municipal de Música, empezar el tramo de los fieles y devotos particulares.
Tras una oración del prelado se inició la salida con la Cruz Guía conventual que cada año porta con Rafael Bieito, seguida de las hermandades de la Virgen del Carmen de Aguadulce; Santa Cruz del Voto de Canjáyar; Cristo del Perdón y San Juan Evangelista y la Redención, de Gádor; Virgen del Rosario y San Juan Evangelista, de Roquetas de Mar.
Tras las hermandades de la provincia seguían las prehermandades de la capital como son el Cristo del Mar, de Pescadería; el Resucitado y el Cristo del Camino, del barrio de Araceli; y las cofradías penitenciales situadas por orden de antigüedad desde las más jóvenes hasta la Soledad, como decana de la Semana Santa.
En el último tramo de las hermandades llegarían las de Gloria, como el Rocío y las del Carmen de Pescadería y San Sebastián para concluir con la Agrupación de Cofradías en pleno.
Ofrenda Floral a Nuestra Patrona la Santísima Virgen del Mar
